Ciudad de México, 29 de marzo.- La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), apoya a productores de frutillas para que instalen laboratorios reproductores de parasitoides, enemigos naturales de plagas como la mosca del vinagre de alas manchadas (Drosophila suzukii).

A través del Centro Nacional de Referencia de Control Biológico del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), se han desarrollado desde 2018 hasta la fecha cinco talleres teórico-prácticos de transferencia tecnológica.

En ellos se capacitó a alrededor de 100 técnicos y productores de frutillas, procedentes de entidades como Colima, Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Baja California. Con ello también se impulsó el establecimiento de laboratorios.

A la fecha se han concretado cuatro: en Ciudad Guzmán, Jalisco en la empresa Berrymex; en Talapla, Jalisco, de la empresa Grupo Ojo Zarco; y dos más en Baja California, del grupo Berrymex, en Ensenada, y del Comité Estatal de Sanidad Vegetal del estado.

El Senasica entregó a los productores pies de cría del parasitoide y personal técnico les brindó asesoría, con lo cual los laboratorios ya operan para autoabastecer sus predios y controlar la plaga.

Otra actividad de transferencia de tecnología es la producción de documentos científicos de referencia para la comunidad técnico-científica interesada.

Se han publicado siete artículos relacionados con el desarrollo de tecnología de control biológico de la Drosophila suzukii a través del aprovechamiento de parasitoides locales.

La Drosophila suzukii, es un insecto originario del sudeste asiático que ha invadido países de América y Europa. A diferencia de otras moscas del vinagre que se alimentan de fruta podrida, esta lo hace del fruto temprano, durante la etapa de maduración.

Ataca principalmente a frutas de cáscara blanda y de tonos rojizo como fresas, cerezas, arándanos, frambuesas, moras, ciruelas y melocotones, entre otras.

Las larvas se alimentan de la pulpa de la fruta. A los pocos días de infestada se colapsa, es invadida por bacterias y hongos secundarios y pierde su valor comercial, por lo que es considerada una plaga altamente perjudicial. (Redacción MEXICAMPO).